El martes 23 de abril de 2024 se realizó el primer encuentro Pastoral Afro en la parroquia Madre Teresa de Calcuta, ubicada en el barrio El Caney, al sur oriente de Cali. Respondieron 24 personas...
El p. Venanzio Mwangi Munyiri fue, hasta el 7 de agosto de 2023, el delegado arquidiocesano de Pastoral Afro para la Arquidiócesis de Cali; tuvo también una amplia participación en la Pastoral Afro continental. Su...
El último domingo de cada mes el proceso de Pastoral Afro en Robles invita a la Eucaristía Afro presidido por p. Wilfredo, actual párroco de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro. Esta celebración se destaca por...
El Señor Jesús se apareció a sus discípulos y fue elevado al cielo. Es la transición entre la gloria de Cristo resucitado y la de Cristo exaltado a la derecha del Padre. Marca la posibilidad de que la humanidad entre al Reino de Dios como Él lo anunció. La ascensión es el momento conclusivo del Misterio de la Encarnación.
La sangre para el pueblo judío representaba el alma y clamaba al cielo. Por eso, aún hoy, su gente se esmera en recoger cualquier sangre derramada en un accidente o un ataque armado. El cuerpo, a diferencia de la tradición occidental de origen griego, no representaba una oposición al cuerpo sino que la persona es una unión fuerte entre cuerpo y alma que se acaba con la muerte. Jesús entrega su cuerpo y su sangre por todo el mundo y por cada una, cada uno de nosotros. Es la máxima expresión de un amor que va más allá de lo humano. Para los creyentes, el pan y el vino son realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La Eucaristía, “acción de gracias”, tiene un sentido fuerte de esperanza. La mesa común es signo de aquella en la que participaremos todos en el cielo y también de la mesa común que queremos ofrecer a todos los hombres sin distinción de raza, lengua o condición humana.
El pueblo afro, desde una concepción propia de la corporalidad, enriquece el rito y todo su sentido desde su experiencia histórica y sus expresiones más ricas. Al recibir la entrega insuperable de Cristo, responde con todas las dimensiones que puede ofrecer: trabajo, luchas, conquistas, frutos, agua, relación con la naturaleza y muchas otras. Integra en la celebración tradiciones construidas en 350 años en la América hispana, que se expresan en su música, su danza, su experiencia familiar y comunitaria. Aprovecha el contacto con misioneros y misioneras africanas y las posibilidades de la comunicación actual para agradecer la riqueza de su herencia y hasta las de países hermanos con una espiritualidad afro visible, como Brasil y Cuba.