Que alegría poder compartir estos tiempos de navidad con estas bellas personas, acompañandolos en las novenas, animandolos con cantos al niño Dios, enseñandoles sobre la palabra de El Padre, haciendo catequesis de bautismo y comunión a padrinos y padres, danzando, y caminando bastantes, hasta por más de tres horas seguidas para hacer la bendición de los hogares en las diferentes veredas: el voladero, trapiche, la palma, carrizal, porvenir, etc.
Agradezco a Dios padre por esta bella experiencia misionera y de nuevo me reconforto de gozo al ser testigo y mensajera del Señor Jesus.
😉
Gracias señor!!!
Diana Lucía Benítez
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