El teatro del complejo parroquial de San Pedro Claver se llenó de parroquianas, parroquianos y hasta familias enteras para ver cómo era eso de la Pastoral Afro. La animación de la noche estuvo a cargo de Carolina Mancilla, lideresa de la Pastoral en la parroquia. Buena parte del barrio La Independencia pudo oír la riqueza cultural y espiritual que se compartió.
El coro de varios agentes de la Pastoral de Cristo Maestro empezó con “Venimos“, “Vamos a sacar el pueblo adelante” y “Nos llegará“, fue fundamental a la hora de trasmitir la alegría de ser afro, una novedad para muchas parroquias.
Luego vino la oración: dedicada a África, con incienso, fuego y la cruz de Cristo. “Suba hacia Ti mi oración, como incienso en mi presencia”, dice el salmo. Se leyó la lectura de Éxodo 4, 7-9. En silencio se recordó la llegada de los africanos a América. Sândrio Cândido imc presentó cada uno de los instrumentos: bombo, cununo y guasá, mientras los tocaban integrantes y familiares del grupo de Pastoral Afro.
El poema Lamento de Shirley Campbell Barr, sobre el dolor de quien lucha de forma constante, se leyó a 3 voces y a oscuras.
Kenneth Oriando imc leyó Juan 1, 1-14, e hizo una reflexión sobre ella. Animó con dos dinámicas, una masai, donde los hombres saltan y las mujeres bailan para celebrar la paz, y otra de los niños para los padres, un deseo de bendición para cada padre y madre. Explicó varias dimensiones de la espiritualidad y la vida de un africano en Cali, las discriminaciones sutiles y la necesidad de valorar el color de la piel y sobre todo la cultura que Dios nos dio.
Sândrio continuó con una oración dedicada a reconocer y a recibir a Cristo como la luz, representada en un cirio. Lo pasó a cada uno de los asistentes, en medio de los cantos, y cada una, cada uno lo recibía entre sus manos con una oración personal.
Después la profesora María Teresa Ramírez se lució con su conocimiento sobre la espiritualidad afro en América Latina y los poemas sobre las varias formas de discriminación, la historia del pueblo desde el principio, la familia… Incluso compartió algunos de su autoría.
Magdalena Mina y otros agentes de Cristo Maestro se lanzaron a declamar el poema Me gritaron negra, de Victoria Santa Cruz, con todo el público en medio. ¡No hay duda de que es una poesía poderosa! (ver la letra).
María Isabel Trujillo animó tres dinámicas, El ciempiés, La venta de instrumentos y La ballena Anacleta. La mayoría de la audiencia eran adultos mayores; al principio se resistía por su condición, pero en la última dinámica todos los que podían estar de pie jugaban, quien no lo hizo fue porque físicamente no podía.
Las pastorales de San Pedro Claver y Cristo Maestro hicieron un muestra de danzas con los cantos de la Pastoral para varios momentos de la misa afro. Se invitó a la audiencia bailar para alabar al Señor con todo el cuerpo. Se venció la resistencia inicial y la danza fue entre muchos y muchas.
Así, en familia, alabamos al Señor, Le servimos y aprendimos con alegría. Nuestra identidad sale más fuerte y podemos continuar el camino hacia Él sin olvidar nuestra historia ni la necesidad de vivir juntos en las diferencias que nos dio como gracia y riqueza.
Todo el álbum puede seguirse en Flickr.
¡¡Hasta la próxima lunada, familia!!
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