XX ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL AFRO EN ISTMINA-CHOCO

Segunda Parte

·       La pastoral juvenil afro, a la luz del documento de Aparecida por Pbro. Vicente González Murillo:

Los jóvenes constituyen la mayoría, 106.000.000 en América latina, la más grande, ‘’no temen el sacrificio, ni la entrega de la propia vida’’, Juan Pablo II define a los jóvenes como o centinelas del mañana, el que siempre está despierto y se entrega por el tesoro, su fe, que es el Cristo vivo, compartiendo con otros a cualquier momento y a cualquier lugar.
Las nuevas generaciones son  las encargadas de transmitir sin distinción la corriente de vida que viene de Cristo.
Las dificultades que encontramos son la pobreza con 39.000.000 de jóvenes pobres y 15.000.000 en extrema pobreza, el porcentaje es escandaloso, pues no se tiene el acceso de satisfacer necesidades básicas.
La familia disfuncional, constituye otro factor importante, pues los niños crecen con carencias afectivas y emocionales, no tienen un equilibrio, y a futuro acarrea consecuencias para relacionarse con las demás personas; sin valores ni principios cristianos es difícil que esto cambie.
El acceso a la educación, la cobertura es poca en primaria y media, los limites los encontramos mayormente en la educación superior, se necesita un esfuerzo mayor pues estas comunidades aún siguen siendo marginadas, la inserción va a paso lento, es importante que valoren nuestras raíces;  para que ayudemos a la construcción de un país mejor.
La vida política, no hay confianza para creer en ellos, los niveles de corrupción se salen de los límites normales, los consejos de juventud participan para diseñar estrategias pero aunque se trabaja en esto, los jóvenes no asisten, precisamente por estas faltantes que ven en los demás.
En los artículos 44 y 45 se vela por los derechos de los jóvenes, sin embargo, son leyes que se quedan en el papel y no inciden a nivel social y por esto, no se participa de estos espacios.
El desempleo, no hay plan de choque para lidiar con esta problemática, porque lo primero que se pide es la experiencia, y esta hace que no sea tomado en cuenta para laborar.
En el mundo laboral, con las comunicaciones, los jóvenes han trabajado en ello, pero se necesita tener una formación y una orientación bien fundamentada, para que sea trasmitida todas nuestras tradiciones y nuestra fe cristiana.
El ser misionero, la unión de familia es fundamental para que los jóvenes se sientan parte de la sociedad, que aprecie sus valores y entienda cuáles son sus valores y sus anti-valores, entendiendo que desde su familia se puede formar una buena base.
El joven necesita profundizar en la palabra, pero si las personas no escuchamos su llamado, a entender su léxico, a formarlos en todos los aspectos, pues será muy difícil que ellos entiendan el mensaje, por ejemplo si trasmitimos educación que sea desde nuestro ser cristiano.
La prioridad debe ser la participación de ellos en todos los aspectos.
Hermana Glenis Sánchez- Delegada de pastoral juvenil Diócesis de Quibdo y de Itsmina-tado:
La importancia del joven en la sociedad, es necesario para su crecimiento y su formación pastoral, y hace una pequeña representación de las diferentes delegaciones invitándolos a participar como ejemplo para ellos; porque la pastoral afro vive y se siente Joven!
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